29 de enero de 2018

La imagen pública

Ya van dos veces que me pasa lo mismo y con la misma autora. Es la segunda vez que me leo un libro entero en un sólo día. Y claro, tenía que ser de Muriel Spark (¡ qué grande eres Muriel!).
En esta ocasión, la protagonista es Annabel Christopher, una famosisíma actriz y muy popular en la cresta de la ola, casada con Frederick, un actor fracasado y guionista mediocre que a su vez duda del talento natural de Annabel creyendo que todo en su vida es una tremenda farsa. Annabel es consciente que no tiene que esforzarse mucho cuando actúa, que le sale todo de manera natural, y claro, Frederick empieza a tener una envidia muy dañina contra ella. Una de las cosas que más le importan a Annabel es su imagen pública, tiene las ideas muy claras en cuanto eso y vive casi en función de su imagen pública. Una noche, Annabel empieza a recibir a muchos variopintos y bohemios invitados a una supuesta fiesta organizada por Frederick de la cual ella no sabe nada. Al finalizar la (forzada) fiesta, se descubre que Frederick se ha suicidado tirándose de una iglesia. Aquí empezará una venganza de lo más perversa por parte de Frederick para acabar con la perfecta imagen pública de Annabel, la cual tendrá que desplegar todo su repertorio de estrategias diversas para salir airosa de tan audaz y maliciosa trampa.
La imagen pública fue publicada en 1968 y es la novela de Muriel Spark que más tensión me ha generado, me he leído todo el libro con una incertidumbre como nunca me había pasado. Spark tiene ese don de describir las cosas más sencillas dotando a la situación de detalles muy significativos, haciendo que el lector se sumerja de lleno en la historia. Los personajes principales que construye, suelen ser femeninos y fuertes, con una arrolladora personalidad con sus defectos y virtudes, no son mujeres perfectas ni pretenden serlo.
Aconsejo su lectura a todo el mundo.

  Billy a Annabel: ¿Está todo al servicio de tu imagen pública?

Luigi Leopardi a Annabel: A mi juicio, vivir de acuerdo con lo que los demás piensan de uno no es hipocresía. ¿Qué piensan de ti los demás? ¿Qué has estado casada durante doce años con el mismo hombre? ¡Pues es la verdad! ¿O no?
Annabel: Sí, pero no soy una lady-tigresa.
Luigi: ¿No? Pues ven a vivir una temporada conmigo y no tardarás en serlo.
Annabel: Lo dudo.

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